Columna de Manuel de Tezanos: ¿Qué es jugar bien al fútbol? (El grafico)

¿Qué es jugar bien? Aunque la discusión es tan vieja como el fútbol mismo, la respuesta parece simple: Ganar dando buen espectáculo. Obvio. ¿Quién podría no estar de acuerdo con esto? Estoy seguro que no hay un entrenador en el mundo que no quiera ganar todos sus partidos y que sus equipos salgan ovacionados siempre del estadio.

El tema es que no se puede. No siempre al menos. No faltará el que cite ejemplos como el del Barcelona de Guardiola, el Milan de Sacchi o Brasil del 70, que le pasaron por encima a todos sin cambiar su estilo, pero son casos aislados. Rarísimos en la historia del fútbol. La mayoría de los grandes equipos, por muy buenos que hayan sido, tuvieron sus partidos poco inspirados, fueron superados alguna vez por un rival que en el papel era inferior y debieron sacrificar ideales para conseguir resultados.

Yo me imagino que Manuel Pellegrini, por ejemplo, siempre añoró dirigir un equipo que se desempeñara como el Manchester City, que como fuerza colectiva me parece superior a su Real Madrid (muy dependiente de CR7). Con buen trato de balón, proyección constante de laterales y muchas alternativas ofensivas para dañar al rival, su actual equipo despliega un fútbol que Málaga o Villarreal no podían practicar. Estaba limitado por jugadores de menor jerarquía. Tuvo partidos brillantes en esos clubes, pero su gran mérito siempre fue sacarle el máximo rendimiento posible a los planteles limitado con que disponía.

Un maestro en ese sentido es Diego Simeone, que con el Atlético de Madrid ha logrado resultados muy por sobre las posibilidades que da el mercado. Ganó La Liga y perdió en el último minuto la final de la Champions, todo con un presupuesto muy inferior al del Real Madrid o de los otros gigantes europeos. Elije con pinzas sus refuerzos y también cómo plantear cada partido según las características del rival. Los que se aburren viendo jugar a los equipos de Simeone deben rendirse ante la evidencia: en el mismo torneo eliminó al ultraofensivo Barcelona y al ultradefensivo Chelsea.

Tener plan B es clave. La sorpresa es imprescindible para ser exitoso en el fútbol Quizás este ha sido el principal problema de Marcelo Bielsa como entrenador. Fundamentalista de una idea de juego, al Loco le ha faltado sorprender en momentos definitorios para obtener los títulos que le han sido esquivos en sus distintas experiencias como entrenador. Sus seguidores quizás detectaron esta falencia y han sabido modificar sus planes en momentos extremos. Sampaoli le puso una marca personal al Equi González en Quito en la primera final de la Sudamericana. El O'Higgins de Berizzo supo defender sin vergüenza en la final contra la UC cuando el resultado era favorable. Los dos fueron campeones.

¿Es alejarse del libreto jugar mal? No creo. El fútbol no es lineal. No siempre se puede jugar de una sola manera. Hay un rival que intenta superarte y muchas veces va a conseguirlo. Por eso creo que los grandes estrategas que lideran a los grandes equipos son aquellos que saben cambiar cuando las cosas no van de acuerdo a lo planificado.

Es fundamental que los entrenadores convenzan a sus jugadores. Si ellos no creen en la idea, no estarán dispuestos a sacrificarse en pos del equipo. Un delantero no marcará con la fiereza que se requiere ni un lateral pasará al ataque cada vez que se tenga posesión si no hay fe ciega en el planteamiento del Director Técnico. Por eso cuando uno ve equipos convencidos es tan placentero, más allá de la jerarquía de los nombres propios. Porque jugar con convicción es, finalmente, lo que más se acerca al concepto "jugar bien".