Columna: “La “U” y un Torneo Internacional tras 13 años”
Desde la eliminación de Copa Libertadores en 1981 -en aquel grupo con los peruanos, que catapultó a Cobreloa a la final de América- Universidad de Chile no conseguía la clasificación a un Torneo Internacional. El logro, se obtendría para la Conmebol 1994, tras 1×0 a O´Higgins.
Por esos extraños reglamentos que varias veces se han presentado en el fútbol chileno, O´Higgins, que había clasificado a la final de la Copa Chile, tras empatar 3×3 como local y derrotar 2×1 de visitante a Universidad de Chile, y que luego de haber empatado 1×1 con Colo Colo en la Final, para terminar perdiendo el Título por penales, tenía que jugar un partido definitorio contra la “U” para ir a la Conmebol.
Los rancaguinos de Roberto Hernández, seguramente si no hubiera sido por el nivel superlativo de las Universidades ese año, perfectamente podría haber ganado el Título. Para los Azules, era la bestia negra, claramente, y ante ellos, nos jugábamos un partido de vida o muerto.
El partido, se jugó en “la cancha neutral” del Estadio Nacional, según dispuso la ANFP y era un partido fundamental para los Azules –no sólo por la posibilidad de jugar un torneo internacional después de 13 años-, sino que en lo anímico, para mi significaba dos cosas importantes: derrotar a la bestia negra, al equipo que nos había amargado bastante esa temporada; y segundo, la chance de sacarnos el mote de perdedores y obtener por fin una alegría, tener algo concreto.
Lamentablemente, ese partido se disputó un 16 de septiembre, fecha que a mí ya me encontraba muy lejos de Santiago. No tengo claro donde pude haber estado, pasaron 20 años, pero si es que lo escuché por radio y que grité con todo el gol del “Bombero” Ibáñez para el 1×0 que por fin nos devolvía a la escena internacional. El partido, además tenía un componente adicional, pues era sacarse la mufa de la Liguilla 1992, cuando ya estaba definido que la “U” acompañaría al campeón Cobreloa a los partidos de la Libertadores, hasta que apareció Hugo Rubio en los descuentos para apagar la antorcha que encendía todo el sector sur. Esta vez sí, entonces, no había nada que podía disimular el “salta en el tablón, salta en el tablón..a Bolivia va el León”. Nuestro rival era Oriente Petrolero -para la Conmebol 1994- y esta vez nada amargaría el viaje de la “U”.
Por Gustavo Villafranca @Uestadisticas
Por esos extraños reglamentos que varias veces se han presentado en el fútbol chileno, O´Higgins, que había clasificado a la final de la Copa Chile, tras empatar 3×3 como local y derrotar 2×1 de visitante a Universidad de Chile, y que luego de haber empatado 1×1 con Colo Colo en la Final, para terminar perdiendo el Título por penales, tenía que jugar un partido definitorio contra la “U” para ir a la Conmebol.
Los rancaguinos de Roberto Hernández, seguramente si no hubiera sido por el nivel superlativo de las Universidades ese año, perfectamente podría haber ganado el Título. Para los Azules, era la bestia negra, claramente, y ante ellos, nos jugábamos un partido de vida o muerto.
El partido, se jugó en “la cancha neutral” del Estadio Nacional, según dispuso la ANFP y era un partido fundamental para los Azules –no sólo por la posibilidad de jugar un torneo internacional después de 13 años-, sino que en lo anímico, para mi significaba dos cosas importantes: derrotar a la bestia negra, al equipo que nos había amargado bastante esa temporada; y segundo, la chance de sacarnos el mote de perdedores y obtener por fin una alegría, tener algo concreto.
Lamentablemente, ese partido se disputó un 16 de septiembre, fecha que a mí ya me encontraba muy lejos de Santiago. No tengo claro donde pude haber estado, pasaron 20 años, pero si es que lo escuché por radio y que grité con todo el gol del “Bombero” Ibáñez para el 1×0 que por fin nos devolvía a la escena internacional. El partido, además tenía un componente adicional, pues era sacarse la mufa de la Liguilla 1992, cuando ya estaba definido que la “U” acompañaría al campeón Cobreloa a los partidos de la Libertadores, hasta que apareció Hugo Rubio en los descuentos para apagar la antorcha que encendía todo el sector sur. Esta vez sí, entonces, no había nada que podía disimular el “salta en el tablón, salta en el tablón..a Bolivia va el León”. Nuestro rival era Oriente Petrolero -para la Conmebol 1994- y esta vez nada amargaría el viaje de la “U”.
Por Gustavo Villafranca @Uestadisticas