Rodrigo Errázuriz participará en una de las pruebas más duras del mundo y en la que ningún nacional ha competido. Como antecedente, no dormirá durante las primeras 36 horas de carrera.
SANTIAGO.- Los últimos meses de la vida de Rodrigo Errázuriz han sido mucho más movidos de lo habitual. Y claro está, el corredor chileno lleva tiempo preparándose para cumplir el desafío más importante de su carrera.
A partir de este domingo el nacional competirá en el Tor de Géants (Tour de Gigantes en español), una de las carreras montañosas más duras del mundo. Y no sólo va a participar a Italia, va con la clara misión de cumplir un inédito desafío: Correr 330 kilómetros a desnivel en sólo 90 horas.
Y su objetivo no es menor. Primero, nunca un chileno ha participado en esta prueba. Segundo, el promedio general de la última competición fue de 100 horas. "Canuto", como lo conocen sus cercanos, aspira a terminar bajo esa cifra y de paso marcar un precedente para los chilenos que participen en las próximas ediciones.
"Es un ultra maratón que se corre en montaña, con grandes desniveles, muy rocosa y con clima incierto, elementos que hacen más extrema la competencia. Es la carrera más larga de una sola tirada en la que participo en mis más de 10 años en esta disciplina", cuenta Rodrigo a Emol.
La preparación
El corredor nacional, de 39 años, detalla que lo primero que hizo fue estudiar minuciosamente el trazado del Tor de Géants. Planillas de excel, información de la organización y mapas del sector le permitieron conocer el recorrido, uno que no probará en persona hasta que largue la competencia.
"Físicamente conozco muy poco el terreno, la verdad alguna vez pasé por parte de él en otras competencias, pero no he tenido la oportunidad de saber en persona cómo son esas montañas. Eso obligó a reforzar aún más la preparación con otras herramientas", revela el atlera del team The North Face.
En conjunto con esto, el competidor también inició su preparación física. De tres a cinco horas diarias de entrenamiento, las que incluían trote y diversos tipos de ejercicios físicos y de resistencia. Cerros y calles fueron parte de la rutina.
El trabajo mental es otro aspecto que ha trabajado duro. "Un 70% de la prueba pasa por la cabeza", explica. Saber combatir el sueño y el cansancio del cuerpo son aspectos vitales para cumplir el objetivo final. "Dormiré recién cuando lleve 36 horas de desafío", agrega.
La estrategia
El plan de competencia ha sido ampliamente estudiado, definiendo los momentos exactos para el descanso sin exponerse a que el cuerpo no responda durante los 330 kilómetros.
Su primera parada está determinada recién a las 36 horas de competencia. Será un trazado largo en el que Rodrigo pretende recorrer 160 km. de la prueba. Recién tras esto piensa en dormir por primera vez. "La idea es ser eficiente y si me detengo antes puede que el cuerpo se muera", explica.
Tras una hora de sueño, el chileno reiniciará la carrera para ir avanzando cada 50 km., los que cada vez se irán haciendo más complicados, e intercalar estos trazados con 60 minutos de descanso. Así hasta llegar al kilómetro 285, donde vivirá la última escala para recuperar energías.
"El minucioso plan, que lo tengo detallado en una planilla, culmina con una parada más a esta altura para ahí dar el último impulso hasta cruzar la meta", cuenta ya pensando en el final de una larga travesía que largará este domingo, pero que comenzó a planificarse hace muchos meses atrás.