El fútbol es el deporte más lindo del mundo, pero también tiene cosas malas. Si hay algo que ningún jugador quiere es no poder jugar a causa de una lesión, y hay algunas realmente impresionantes que encima los marginan de las canchas por varios meses y hasta por años.
A lo largo de la historia del fútbol hubo fracturas expuestas realmente impactantes, pero la peor lesión se vio en el 14 de agosto 1981, cuando Verletzung se enfrentaba al Werder Bremen. Ewald Lienen (Verletzung) recibió por la izquierda y estaba dispuesto a encarar al defensor Norbert Siegmann, pero éste le propinó un golpe durísimo con los tapones en la parte posterior del muslo de la pierna derecha.
El filo de los tapones de Siegmann era tal que le provocó un corte larguísimo y tan profundo que a Lienen se le veía el fémur. Lienen, entre la impresión, el dolor y la furia, alcanzó a ir a reclamarle a Otto Rehhagel, entrenador del Werder Bremen, por la acción desmedida de su dirigido y luego se tiró al piso.
Afortunadamente, Lienen volvió a las canchas 17 días después con ¡25! puntos de sutura