¿Es Ozil un bluff?Mesut Ozil tiene talento para ser uno de los mejores jugadores del mundo, pero su rendimiento decrece año tras año. ¿Es un Bluff?
¿Hasta cuando hay que esperar a Mesut Ozil? Esa es la pregunta que se repite la afición del Arsenal después de una nueva exhibición de apatía del futbolista alemán. Su calidad es incuestionable. Su visión de juego, también. Lo que cada vez es más complicado es verle a él sobre el terreno de juego. Su insulsa actuación frente al Borussia Dortmund en la primera jornada de la Liga de Campeones ha incendiado el debate sobre la capacidad de Mesut Ozil de dirigir el juego del Arsenal en estos momentos. Es evidente que algo le pasa a este futbolista alemán que llegó a ser considerado como uno de los mejores del mundo, pero que últimamente acostumbra a pasearse por el campo como si la cosa no fuera con él.
En un fútbol en el que cualquier aspecto se cuantifica en datos, resulta complicado concederse una tarde libre sin que el jefe te pille. Y menos cuando eres reincidente como es el caso de Mesut Ozil. Y es que el rendimiento del centrocampista alemán ha caído en picado desde que llegara al Emirates Stadium durante el verano de 2013. Poco a poco su figura ha perdido protagonismo dentro del juego del conjunto londinense hasta tocar fondo el pasado miércoles contra el Borussia Dortmund. Su actuación en el Signal Iduna Park es la opera prima de la desgana.
De estrella a estrellado
Después de que Ozil no terminara de explotar en el Real Madrid, el Arsenal pagó por él 50 millones de euros. En el Santiago Bernabéu se había puesto en duda su capacidad de sacrificio para encajar en un equipo que iba a correr antes que tocar, y el mediapunta buscó en Londres un ecosistema más apropiado para su estilo de juego. Su fichaje supuso una inyección de confianza para los Gunners, quien ya habían olvidado lo que significaba realizar un dispendio de esas magnitudes por un jugador de primera clase mundial. Su incorporación ejemplificaba que el Arsenal pasaba página y tras terminar las obras del campo quedaba atrás la época más austera. Ozil no tardó en demostrar que era el jugador que necesitaba Wenger. Lideró al equipo durante los dos primeros meses de la temporada, desplegando un fútbol brutal.
Era la estrella indiscutible del Arsenal y uno de los nombres propios de la Premier League. Sin embargo, a partir de Navidad su rendimiento comenzó a caer en picado. Desapareció en el momento en el que el Arsenal más le necesitó. Cuando había títulos o cuestiones importantes en juego, los Gunners no pudieron contar con su hombre más valioso. Se le señaló como culpable de catástrofes como la de Anfield. Wenger aseguró que el problema era físico, que no había conseguido adaptarse a la competición. Lo cierto es que su rendimiento empeoraba jornada tras jornada. Los datos muestran este declive con locuacidad. La temporada pasada participó activamente en 17 goles del Arsenal. Este año, todavía no ha marcado ni asistido en ninguno de los tantos que ha firmado el conjunto londinense. Además, encadena 623 minutos sin marcar un gol para los Gunners.
Paseo a orillas del Ruhr
Queda claro que sus actuaciones han ido perdiendo nivel progresivamente y tocaron fondo este martes en el Signal Iduna Park. Frente al Borussia Dortmund, Mesut Ozil estuvo completamente apático. Apenas intervino en el juego y cuando lo hizo fue en posiciones muy retrasadas. Su presencia en el terreno de juego fue totalmente intrascendente para su equipo. Su impacto en el aspecto positivo fue nulo. En el negativo tuvo más peso, por culpa de algunas perdidas peligrosas para el Arsenal. Hubo un chispazo de genialidad con un pase a Alexis Sánchez, pero en líneas generales, la actuación de Ozil en Dortmund se puede resumir en que los Gunners actuaron con un jugador menos.
Estadísticas del Arsenal en Dortmund (fuente: WhoScored)
Otra vez las estadísticas vuelven a ser el peor enemigo de Mesut Ozil. Por su posición en el terreno de juego y por su importancia dentro del equipo, se presupone que Ozil debe ser uno de los jugadores clave en la creación de juego del Arsenal. Se espera que el alemán entre continuamente en juego, acapare cuota de posesión de balon y reparta pases al resto de sus compañeros. Vamos, que sea quien marque el ritmo del partido. Sin embargo, contra el Borussia Dortmund Ozil fue, de largo, el jugador que menos intervino de los 22 que coincidieron sobre el terreno de juego. Para muestra, un dato. Wojcieh Szczesny, portero del Arsenal, repartió 31 pases en el Signal Iduna Park. Ozil, tan solo 23. Además, únicamente participó en el juego en 33 ocasiones, la mitad de veces que cualquier otro jugador del Arsenal.
Mapa de calor de Ozil en Dortmund (fuente: Squawka)
¿Mal momento o bluff?
El bajo rendimiento de Ozil ha provocado que se multipliquen las criticas en su contra. Los periódicos más importantes de Inglaterra le atacan sin piedad. "Hizo un partido terrible", asegura el Daily Mirror, al mismo tiempo que le puntúa con un 4, el único suspenso de toda la crónica. Otros son más directos, cuestionan la insistencia de Arsene Wenger en confiar en Ozil y piden a gritos su suplencia. El diario Metro considera que Oxlade-Chamberlain debería jugar en lugar del centrocampista alemán, mientras que el Daily Mail va un paso más allá y cuestiona que Ozil tenga madera de crack. Esa última cuestión es la que atormenta a los aficionados del Arsenal.
¿Está atravesando Ozil un mal momento o se trata de un bluff? Es cierto que el mal momento se estaría prolongado más de lo normal para un futbolista de élite, pero cuesta pensar que un jugador con la calidad del alemán pueda acabar fracasando. Wenger, por su parte, mantiene su férrea defensa sobre el teutón. En la rueda de prensa posterior al partido contra el Borussia Dortmund aseguró que a Ozil le está pasando factura el esfuerzo del Mundial y también la presión de jugar en tu país. En cualquier caso, al Arsenal no le queda más remedio que continuar esperando al auténtico Mesut Ozil. ¿Pero hasta cuando?
EL DEBATE: ¿QUÉ LE PASA A MESUT OZIL?