Fotos: Verónica Ortíz
-Es que la emoción del fútbol la suplí un poco con Deportes Temuco. Ahí entro a la charla del equipo, disfruto la emoción de la previa en el camarín, que es lo que uno más goza, los momentos de compañerismo, la alegría de un triunfo. Y fútbol juego siempre, todos los martes, con un grupito de amigos. Gente que no es del fútbol y ex futbolistas, como Marcelo Peña. El otro día jugó Felipe Seymour, o Matías Rubio, justo antes de firmar por Temuco. Es algo que disfruto y que elegí de esa manera. Hoy voy a almorzar a mi casa, voy a buscar a mis hijas al colegio. Y en el trabajo, lo mío es un tema más comercial. Me dedico a las reuniones, a hacer contactos, al cierre de negocios.
-Es que es mi función. Tenemos lo de Deportes Temuco, tenemos un tema agrícola con mi familia, con la producción de arándanos. Llevamos cinco o seis años. Nuestra temporada es de diciembre a marzo. Exportamos a Asia, Estados Unidos, Europa. Ahí tengo reuniones con exportadores, compradores. Y en general, todos los días debo supervisar algo. Los recintos deportivos, en Viña y Temuco, donde tenemos arriendo de canchas de futbolito. Con la productora hemos tenido harta actividad. Hicimos la despedida de Rivarola, trajimos a Messi. Ahora mismo estamos en un torneo infantil con Scotiabank en cinco ciudades: Temuco, Antofagasta, Viña, Santiago y Concepción. Son 32 escuelas por ciudad, después hay un campeón por ciudad. La final es en diciembre y el campeón va a Italia. Yo viajo con ellos, a Turín, con la Juventus.
-(Risas) Yo estaba medio preparado. Antes de que me retirara, compré la oficina. Pensé hasta en las entrevistas que te hacen, para no darlas en mi casa. Mejor es tener un lugar para decir acá estoy. La verdad es que a mí me gusta conversar con alguien y conocer ideas. Claro, a veces me lleno de cosas, y, como dice la juventud, me prendo al tiro. Ahora tenemos inauguraciones en el norte con unas mineras, junté a 15 del equipo de Francia 98 para un partido a beneficio. Me programo mes a mes y domino mi agenda. Y si quiero programo una semana y no hago nada para tener tiempo. Lo rico de esto es que yo manejo mi día a día.
-Claro, trabajo con mi abogado, Raúl Jélvez, hace más de 15 años. Él es parte de Deportes Temuco y en el fondo es el gerente general del holding. Es el que me ayuda a ordenar el tema. Acá en la oficina hay cinco personas fijas, los contadores, y la Cata, mi asistente, que hace de todo.
-Sí, pero yo voy tomando cosas puntuales. Ahora, por ejemplo, un par de colegios nos pidió que les ayudáramos con el tema deportivo, hasta con los uniformes, en este caso el Colegio Cumbres. Con la productora no andamos buscando. Tenemos un nombre. La empecé en el 94 o 95 hasta que pasó a ser más estructurada con los años.
- Yo creo que uno viene marcado, y además influye la gente que te rodea. Siempre se tiene información, y si hay jugadores que no arman algo, no es porque no se lo hayan dicho. Es un tema de interés. Yo siempre quise aprender, mejorar. Cuando volví de Argentina la última vez, estudié Gestión y Marketing Deportivo en la Gabriela Mistral. En la noche. Mis compañeros me veían llegar y me decían que para qué venía. A mí me interesaba mejorar. Aparte, por mis hijas, me interesa que ellas puedan decir mi papá trabaja, es un empresario exitoso, fue a la universidad, estudia, habla idiomas, viajamos.
-Es que a mí también me llama la atención. En mi casa me decían: oye tienes que armar algo, tú que eres tan ordenado. Y a mí me quedaba dando vueltas. Yo voy absorbiendo hasta el día de hoy. En el tema de los arándanos, somos uno de los más grandes exportadores. Estamos produciendo 500 mil, 600 mil kilos de arándanos. Muchos me dicen cómo. Bueno, una vez me ofrecieron varios temas de negocio en el campo, porque tengo campo, me interesó, investigué y ahí estamos.
El negociador
-Mucho. Soy muy observador. Y entiendo que no sé todo. Hay muchos que creen que saben todo y no es así. Yo escucho a todas las personas, y si puedes quedarte con algo, mejor. Me gusta sobre todo lo de los negocios.
-Siempre fui muy precavido. Cuando estuve jugando guardé mi plata. La única inversión que hice fue comprar un campo después del Mundial, que fue muy buena. Escuché a mi papá y él le apuntó. Es un campo en Freire, camino a Villarrica, lo compré hace 15 años y la plusvalía ha sido casi un mil por ciento. Pero cuando jugaba, no me preocupé de eso. Ya al final partí con las canchas en Viña, dos hectáreas. Empecé a ver qué iba a hacer. También vino lo de los arándanos. Llevamos unos años en eso, y ya estamos construyendo un packing, la cadena de frío.
-Sí, claro. Generalmente yo cierro. Mi hermana está a cargo de toda la previa. Ella vive allá y está en el día a día, junto a un agrónomo y la gente que trabaja allá. Pero las decisiones en el cierre de negocios pasan por mí. Eso siempre lo hago en mis empresas.
-Influye, sobre todo en el apoyo, y especialmente en el club. En el tema de los arándanos un poco menos. Son empresas más grandes y ahí lo que influye son los porcentajes; que un cero punto uno de dólar te cambia la producción. Al principio influye en la presentación. Ah, Marcelo Salas. Pero dura un ratito. Cuando hay que entrar al negocio, a sacar la calculadora, se acaba eso (ríe). Igual creo que lo he hecho bien. Incluso me dicen, oye, te apuesto que tú peleabas los premios en la selección. Y claro, yo era el que lo hacía.
-Me gusta el tema de ir a negociar. Tengo la seguridad, en el caso de los arándanos, por ejemplo, de que tenemos un producto de calidad, una cantidad importante. Ahora estamos trabajando directo con Estados Unidos, con Europa. Sé que cuando voy a una exportadora en Santiago, tengo poder de negociación.
-Fue parecido. Cuando llego a Boca me dicen que es a préstamo. Yo les dije que no. O me compraban o me volvía, entendiendo que no me conocían bien. Ahí es cuando le preguntan a Bilardo y él dice que nunca un chileno ha triunfado en Argentina. Después, de inmediato, aparece lo de River. Y puse como condición que si me compraban, viajaba. Y así fue. Estuve una semana negociando en La Bombonera, y a la semana estaba en River. Fue lo mejor que me pasó.
-Ese equipo era increíble, y la banca era increíble. Yo estaba sentado con Solari, Aymar, Gallardo, Escudero. Todo ese equipo era seleccionado titular de su país, hasta los reservas. Hasta el día de hoy se habla de lo difícil que es que ocurra algo así. En los primeros partidos llegué tarde. Me tocó esperar. Fue una apuesta, y a mí también me gusta apostar. Me acuerdo de que en ese tiempo todos en mi familia me decían que no fuera. No porque no creyeran en mis condiciones. Era el temor de que en Argentina me iban a hacer la cama. Todos, todos. Papás, amigos, tíos, primos. En ese tiempo estaba casado y mi suegro me decía que no.
-No siempre. También me he equivocado, pero si me embarco en algo, le doy para adelante hasta que sale. Obviamente no me voy a tirar por un precipicio, pero si uno cree en algo, busca la forma. En la vida es así. En Temuco, por ejemplo, sé que vamos a llegar. Y nos ha costado. Porque el fútbol no es millonario como todos creen. Muchos piensan que en él se gana plata y no es así, menos en Segunda División, y en algunos de Primera. No todos ganan plata, te lo puedo asegurar. Y por el reparto de la televisión hay diferencias enormes entre los clubes grandes y los clubes chicos. Los grandes se llevan 5 millones de dólares y los chicos 500 mil, que no les alcanza para cubrir el año.
Un club para los niños
-Para nosotros hay otro tema primero, el tema social. Tenemos más de 400 niños a los que les damos de todo, uniformes, viajes, pensiones completas, les pagamos los estudios, y eso mucha gente no lo sabe, especialmente en Temuco. Becamos gente de los alrededores. Es un tema social que para mí es muy importante. Me tocó vivir en este club en una época muy precaria. Hasta el día de hoy, cuando voy a Temuco, me junto con los compañeros que tuve cuando era chico. Y nos acordamos siempre de eso, que teníamos una pelota para entrenar, cancha de tierra, una ducha con agua helada. Por eso, cuando vuelvo a Chile y se termina mi carrera, mi idea, mi objetivo es que los chicos no pasen por eso. Hoy día nos preocupamos por todos esos detalles, de la colación, de los cereales, de la fiesta de fin de año.
-La gente no entiende mucho este tema, no lo conocen. Hay empresas, como Rosen, que nos apoyan desde que partimos. Y claro, quisiéramos que más empresas regionales se sumaran cuando lo entiendan.
-Lo que siempre quieren saber es si gana el equipo o no gana. Yo lo entiendo, pero nuestra convicción sobre la idea del club es mucho más grande que un partido. Cuando se produjo la fusión entre Unión Temuco y Deportes Temuco, hace un año, partimos por ordenar el tema de cadetes. Tenemos seis series, con médico, asistente social. Ahí lo segundo era ordenar las deudas y enfrentar los malos antecedentes de pago que tenía el club. Nos preocupamos de que los niños no se fueran del club, como me pasó a mí cuando niño. Y en el primer equipo recién organizamos un plantel con 22 jugadores pedidos por el técnico este año. Miras la lista y hay 10 jugadores que son de la zona. Ésa es nuestra idea de club.
-Por ahora, todo depende de los resultados del domingo. Pero creo que la gente lo irá entendiendo. Vamos ordenados. Y eso que considero que no hemos hecho el ciento por ciento, porque faltan recursos. Pero por ahora hay que fortalecer. Cuando me metí en esto fue un proyecto a largo plazo, para trabajar con los niños. Mi intención no es hacer negocios con Deportes Temuco. Creo que siempre estaré ligado al club. Si desde chico iba al estadio con mi abuelo, con mi papá.
-Lo ha hecho bien. También ha contado con un grupo de jugadores de gran nivel. Le sirvió el trabajo previo de Bielsa. Siguió con un esquema que era suyo también, él siempre ha dicho que es un seguidor, y le impuso sus matices. Es apasionado y como en todas las cosas en la vida, hay que tener pasión.
-Prefiero un técnico trabajador, preocupado, exigente. Y tiene que tener dedicación. Más en el fútbol. A mí siempre me preguntan si quería ser técnico y digo que no. Yo quería estar más libre. El técnico tiene que estar 24 horas. Y no es que yo no cuente con la capacidad, sino que no me interesa. Quiero tener el fin de semana con mis hijas, estar con mis amigos. El jugador entrena dos horas en la tarde y se va hasta el otro día. El técnico sigue trabajando, tiene 22 jugadores, todos son personalidades distintas, uno es más desordenado que otro.
-Tuve grandes técnicos y aprendí mucho de todos. Pero si me preguntas por algún capítulo especial, recuerdo el gesto de Arturo Salah al final de mi carrera. Había dejado River porque el síndico no me renovó. Llegué a Chile y estaba parado. Ahí fue que me llamó Arturo para decirme que mi carrera no podía terminar así. Nos juntamos a entrenar y justo un tiempo después a él lo llamaron para ser técnico de la U. Me llevó al equipo y pasé un año y medio muy bueno. Me llamaron a la selección con Bielsa y terminé con los dos goles en el Centenario ante Uruguay.
-Yo siempre he sido muy respetuoso en ese tema. Pero no tengo toda la información para dar una buena declaración. No puedo decir que la solución sea dar o no dar tierras. Lo que uno espera siempre es la armonía. Pero es un tema importante para las autoridades. En Temuco mismo no se siente, salvo alguna protesta. En Ercilla y en Angol sí. Y creo que hay pega por hacer y los gobiernos, todos, han pateado el tema y lo dejan para el que viene. Sería bueno dar una solución. •••