“Es que realmente muy poca gente conoce lo que me costó llegar a entrenar con la primera del Milan, todo muy lindo, pero he sufrido mucho”, comenta a modo de confesión Sebastián Gamarra, el joven de 18 años que se fue a los 11 de Bolivia con destino a Italia, y hoy logró ser convocado a los primeros entrenamientos del Milan que dirige Filippo Inzaghi, quien lo apodó “el Pirlo boliviano” ya que juega en la misma posición que el ídolo italiano y es dueño de una pegada exquisita. Familiero, amigo de sus amigos, anti playstation y más hincha del ping pong y el futbolin, “Sebitas” derrocha talento dentro del campo y sencillez fuera mientras espera un acercamiento por parte de la selección boliviana sub 20.
PASIÓN: ¿Cómo llegaste a la primera del Milan?
GAMARRA: Fue un sin fin de sacrificios que hoy celebro, pese a que falta cumplir el objetivo que es llegar a jugar en primera. Yo jugaba en la Academia Tauichi en Bolivia y a los 10 años participé de un torneo en Brasil y ahí había empresarios del Brescia, club italiano, y resulta que tuve un gran torneo por lo que me propusieron ir. Hablaron con mis padres y decidimos aceptar el desafío en Brescia, que duró dos años y gracias a buenas actuaciones el Milan se fijó en mi, fue así como caí en agosto de 2011 en este club tan grande.
PASIÓN: Once años, de Tarija, tu pueblo, a Italia ¿Fuiste solo?
GAMARRA: Sí la verdad es que a esa edad no se tiene noción y así suena fuerte, estuve dos años en la pensión del club y gracias a Dios mis padres me acompañaron el primer año. Pero después tuvieron que volver y ahí si que pasé mal, somos muy unidos y la verdad es que me la pasaba llorando, era demasiado chico y muy grande el desafío, así lo entendí y pese a que tuve ganas de volver, sabía que haciéndolo no cumpliría mi objetivo. Más de una vez pensé en volver pero mi ilusión por jugar en Europa pudo más.
PASIÓN: ¿Cómo es eso de que eres la “debilidad” de Inzaghi, DT de la primera?
GAMARRA: Bueno (se ríe) eso se comenta. Lo conozco a Filippo porque él dirigía las inferiores y me tuvo dos años con el agregado de que yo era una categoría más chico que la que conducía y sin embargo me hacía jugar con más grandes. Eso me hizo bien y por suerte le gusta mi juego y ahora me dio la oportunidad de entrenar con la primera y pude responderle con buenas actuaciones.
PASIÓN: De golpe te ves entrenando con la primera división ¿Cómo fue tu primer día?
GAMARRA: Estaba impactado, me los quedaba mirando a todos detenidamente. Entrenar a ese nivel es muy exigente física y mentalmente, tienes que saber qué hacer siempre antes de que te llegue la pelota y digamos que respondí. Jugamos un amistoso contra la reserva y di dos asistencia a Fernando Torres, para mí fue como hacer los goles, estaba feliz.
PASIÓN: ¿Es verdad que Nigel De Jong, que juega en tu puesto, te recibió “mal”?
GAMARRA: No es que me haya dado una mala bienvenida (se ríe), es que él es así, un poco seco y durante una práctica me metió una patada importante, quedé en el piso y en lugar de venir a ver cómo estaba me dice “dale levántate, hay que jugar acá”, me quedé sorprendido.
PASIÓN: ¿Qué jugadores te dieron una linda bienvenida?
GAMARRA: Los más afectuosos por decirlo así son los africanos, Muntari es un fenómeno y Micheal Essien un verdadero espectáculo, es muy gracioso. Después agarré buena onda con el colombiano Zapata, con quien hablo en español y en general con todos muy bien, respetuoso, menos con De Jong jeje, broma.
PASIÓN: ¿Qué te dijo Inzaghi cuando te llamó a primera y cómo es eso del apodo que te puso en relación a Pirlo? ¿Por la pegada?
GAMARRA: Al conocerlo de antes en las inferiores no hubo mucha charla al principio, sólo un llamado para que me uniera al primer equipo. Pero cuando jugué para los titulares un amistoso contra la reserva me felicitó terminado el partido y me pidió que continuase por la misma senda, que lo estaba haciendo muy bien, ese día me salieron bien las cosas. Juego en la misma posición que Pirlo, e Inzaghi así me llamó alguna vez pero con el fin de que me motive más sabiendo que mi juego le recuerda al del crack italiano. La pegada es algo que practico fuera de los entrenamientos, de hecho cuando voy a Bolivia llamo al Profesor Zapata, y me la paso entrenando tiros libres y cambios de frente.
PASIÓN:¿Cómo hiciste para estar tanto tiempo sólo siendo tan chico?
GAMARRA: Me la pasaba hablando con mi familia por teléfono. Mis días consistían en entrenar, comer y hablar con ellos contando todo lo que me tocaba vivir y por su puesto extrañando muchísimo. Cuando estaba realmente mal acudía a mi “familia italiana” que conocí en Brescia a la que le estaré por siempre agradecido y con la que tengo contacto frecuente, por lo que bueno, si quería hacer esto de jugar al fútbol, tenía que sufrir un poco...
PASIÓN: A tu edad muchos se la pasan jugando al playstation y demás juegos ¿es cierto que no te gusta?
GAMARRA: La verdad es que no y tal vez esa sea otra razón por la que mucho no se socializaba ya que aquí todos juegan. A mí me gusta llamar a un amigo e irme a jugar al futbolín (metegol, futbolito), conversar, jugar al ping pong… soy más de ese estilo.
PASIÓN: ¿Cuáles son tus objetivos de aquí al futuro próximo?
GAMARRA: Consolidarme próximamente en primera división es uno de los prioritarios. Tengo muchos y gracias a Dios puedo decir que he cumplido con casi todo lo que me he propuesto, tengo una confianza ciega en mí y sé lo que debo hacer para conseguirlo.
PASIÓN: ¿La selección boliviana o la italiana?
GAMARRA: La verdad es que por el lado de Bolivia nunca nadie me ha llamado y por el lado de Italia, que si se interesaron, el tema de nacionalizarme es un poco complicado ya que o me caso con una italiana o espero 4 años más. Claro que uno tiene ese ideal de defender su tierra, su camiseta de donde nació, pero hubo más interés acá que de mi propio país por lo que la elección dependerá de varias cuestiones que deberían primero darse.
PASIÓN: En enero se juega el Sudamericano sub 20 clasificatorio al Mundial de Nueva Zelanda y JJ.OO de Río 2016 ¿Nadie te llamó?
GAMARRA: ¿Cómo? (se sorprende) Ni sabía que se jugaba eso. Como te comenté, nunca hablé con nadie de la Federación de Bolivia y te vuelvo a repetir, pase lo que pase será una elección difícil si me llegan a llamar.
Sebastián Gamarra opina, habla y piensa como un adulto. La vida lo obligó a crecer de golpe para conseguir sus objetivos y lejos de descarrilarse por su bendita actualidad, sabe que aún le falta y cuenta con la humildad, sacrificio y esfuerzo como pilares para ser el futbolista que siempre quiso y que probablemente consiga si continúa por la senda que lo arrojó a la primera del Milan. Todo eso, gracias a su familia, cuestión que se encargó de remarcar durante toda la conversación.